In memoriam de Aurora Agüeria y Eduardo López Lemus
Por: Roberto A. Valenciano Capín
" El hombre que solo sabía amar" es una propuesta dancística creada para un público infantil, cuya premisa se sustenta en expotencializar la imaginación y a la vez ser un obsequio a los sentidos, así como transitar por este mundo mágico creado exprofesamente por Vicente Silva Sanjinés.
Una obra reconfortante y divertida porque sin mas logra entrelazar dos partes sustanciales que se han diluido con el tiempo, como son la imaginación y este sentido humanístico, es lo que ofreció Vicente Silva Sanjinés compañía con la obra en el Coloso de Villerías como parte de las actividades programadas en esta XXXIV edición del Festival Internacional de danza contemporánea Lila López.
Una obra reconfortante y divertida porque sin mas logra entrelazar dos partes sustanciales que se han diluido con el tiempo, como son la imaginación y este sentido humanístico, es lo que ofreció Vicente Silva Sanjinés compañía con la obra en el Coloso de Villerías como parte de las actividades programadas en esta XXXIV edición del Festival Internacional de danza contemporánea Lila López.
En donde el coreógrafo y bailarín, Vicente Silva Sanjinés le apuesta sin cortapisas entrar a este imaginario al lograr ensamblar y darle sentido a esta amalgama que convoca a la fantasía y el juego que se entretejen para sin mas concertarlo en esta complicidad que preparó y atrapó al espectador en este navegar a través de estas interminables ir y venir de estas olas de este mar lleno de imaginación.
Se disuelve esta imagen para una serie de flashazos e ir descubriendo singulares personajes que detentaran e irán construyendo esta historia.
Sin mas una voz en off, es decir, su propia voz de este singular hombre:
“Allí, en un lugar cercano vivió un hombre que se llamó a sí mismo El hombre que sólo sabía amar. Empero, tenía un pequeño problema, pequeño, pues en ese lugar donde vivía nada era grande ni mediano; era un lugar donde nada estaba encima de algo y todo estaba encima de nada, porque todo estaba en su lugar.
“Pues bien, el hombre que sólo sabía amar tenía un pequeño problema… no tenía a quien amar. Por ello, un día decidió salir en busca de alguien a quien amar”.
A partir de esta premisa se conjuga a través de diversas imágenes e historias para transitar por estos mundos como son el de la soledad, el de las imágenes, el de las nubes, el profundo, el prehistórico, el de hoyos –donde habita el tejedor de sueños– y el de las algas.
Con escenas sólidas, puntuales, aunado a que resaltan por su belleza plástica y por lo tanto mantienen esta exposición plena del imaginario.
Aunado a una variedad de estilos de movimiento que se conjugan con su utilización muy pertinente y puntual, como fue el uso de la tecnología al entrar a este mundo de la luminosidad y sin olvidar la algarabía del movimiento a través de estos pasajes de una significativa poética, aunado a este dialogo entre movimiento y música.
De esta manera se conjuga y se da esta sustentabilidad gracias al trabajo de los interpretes: Rocío Reyes, Ana García, Gabriela Amaro, Martha Tabbacco, Edgar Pol, Guillermo L.V. Obele, Víctor González y Vicente Silva Sanjinés, para manifestar esta poderosa capacidad de la imaginación y abstracción de sus personajes, desde sus emociones y, sobre todo, su imaginario.
Un espectáculo inteligente, en momentos la fusión de los espontáneos gritos de asombro o de complicidad de los pequeños se conjugaban con los murmullos y preguntas de los personajes que incidieron en ese constante diálogo que nunca se perdió.
Aun cuando tiene un final no feliz, como pocas veces sucede, este hombre que solo sabía amar, sigue en este permanente búsqueda y por consiguiente seguir compartiendo este anhelo.
Aun cuando tiene un final no feliz, como pocas veces sucede, este hombre que solo sabía amar, sigue en este permanente búsqueda y por consiguiente seguir compartiendo este anhelo.
Un coloso de Villería que fue lugar de encuentro de familias enteras que se dieron cita para disfrutar de la única función propuesta para este publico infantil en esta edición de esta fiesta de la danza 2014.
Además de degustar, una de las puestas en escena mejor calificadas por la crítica especializada.
Vicente Silva Sanjinés compañía es formadora de bailarines y coreógrafos, promotora de proyectos que han incidido internacionalmente, con 26 años de una trayectoria plena de propuestas y espectáculos que hoy son parte fundamental de una historia que puso a la danza contemporánea mexicana en los ojos del mundo, y continúa yendo más allá de límites y preceptivas.
Vicente Silva Sanjinés compañía es formadora de bailarines y coreógrafos, promotora de proyectos que han incidido internacionalmente, con 26 años de una trayectoria plena de propuestas y espectáculos que hoy son parte fundamental de una historia que puso a la danza contemporánea mexicana en los ojos del mundo, y continúa yendo más allá de límites y preceptivas.
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