Por Arq. J, Jesús García Rojas A:
Las causas de la indeseable
expansión urbana son sin duda el efecto combinado de reformas constitucionales
y equivocadas políticas públicas.
En 1992 se aplicó la reforma a la Ley General de Asentamientos Humanos con el objetivo de una mejor planificación urbana. |
Me refiero a Las reformas constitucionales de 1992 a la Ley
General De Asentamientos Humanos, que delegaron a los municipios de México la
facultades de planeación urbana y regional, ordenamiento territorial y definir
usos del suelo sin que estuvieran y ni estén hoy preparados para ello; Ley Agraria que permitió que los ejidos
próximos a la mancha urbana se incorporaran al desarrollo urbano, dándole
prelación para su adquisición a estados y municipios que jamás la ejercieron y
no constituyeron reservas territoriales planificadas, quedando estas en manos
de los especuladores de suelo urbano que estaban en busca de tierra barata; Ley
De Aguas Nacionales que facilito el uso
de agua agrícola para urbana, la sobre
explotación de mantos acuíferos; y a las leyes de INFONAVIT y del FOVISSSTE que
dejaron de planear, diseñar y construir vivienda para volverse hipotecarias
sociales y la oferta de vivienda la generara la iniciativa privada, preocupados
más por la cantidad y las utilidades,
que por la calidad y el uso indiscriminado de subsidios mal diseñados.
Equivocadas políticas públicas, como la adopción de las
recomendaciones del consenso de Washington y el neoliberalismo impuesto por el
Fondo Monetario Internacional y el Banco Mundial, que promovieron mas un
gobierno facilitador que operativo, que apostaron a congelar salarios, con la
consecuente pérdida de poder adquisitivo, hacer de México un país maquilador,
exportador de materias primas y de capital humano.
Las consecuencias de esto han sido devastadoras en la
economía, que ya abordamos en notas anteriores y particularmente se revelan en el
desarrollo urbano.
En ese periodo de 22 años se desalineo la demanda y la
oferta, e los gobiernos de Fox y Calderón se dejaron de atender a los trabajadores de menores ingresos, se
privilegió la atención a trabajadores
con ingresos de 4 a 11 vs mmdf, se generalizaron los subsidios para trabajadores
asalariados debido a los salarios
congelados y los montos de crédito a que tenían derecho eran insuficientes para
adquirir una vivienda digna.
5 millones de viviendas fueron abandonadas por distintas causas. |
El saldo: 5 millones de viviendas abandonadas en todo el
país por estar lejos de los centros urbanos y de trabajo, sin infraestructura,
servicios, transporte y equipamiento urbano, aumento de las carteras vencidas y
en concurso mercantil las principales desarrolladoras de vivienda del país
El modelo adoptado desde 1992 era insostenible y la
actual administración federal atinadamente decidió cambiar el distorsionado y
perverso sistema de subsidios que estimulaba la expansión urbana.
El gobierno federal por medio de CONAVI y SEDATU decidió no dar más subsidios a vivienda fuera
de los perímetros de contención urbana y estimular la ciudad central y la
densificación urbana, adicionalmente puso en marcha el programa de
consolidación urbana y habitacional (PROCURHA) y recientemente un interesante
programa de subsidios a la vivienda en renta.
Estos iniciales buenos propósitos han sido moderados por
demandas de los desarrolladores, ya que los subsidios no solamente persisten
sino que se han aumentado y los perímetros de contención urbana se han vuelto
negociables.
Las nuevas generaciones se adaptan al crecimiento poblacional en espacios reducidos, de ahí la gran demanda en departamentos. |
Observamos que en tanto no cambien las variables
económicas, como el empleo formal y los salarios tan bajos, los buenos deseos de la ciudad compacta, densificar y de
volver al centro se han complicado,
debido al alto costo de la tierra urbana, el que parten de una premisa
equivocada, consistente en que la
infraestructura y los sistemas de movilidad existentes son suficientes; se piden
condiciones de excepción o dispensa de en planes, leyes y reglamentos para
liberar densidades, suprimir estacionamientos y equipamiento urbano; proponen vivienda
vertical en cinco niveles con departamentos de dos recamaras de 45 m2
incluyendo indivisos, con mezcla de subsidios a la tierra y al adquiriente,
argumentado que puede ser para: personas y familias sin auto, solteros,
estudiantes, recién casados, parejas sin hijos y parejas del mismo género.
Las nuevas políticas de desarrollo urbano en México parecen conducirse por mejores rumbos. |
Las experiencias del pasado recientes en el distrito
federal con el bando dos en el gobierno de Manuel López obrador y con la norma
26 en el gobierno de Marcelo Ebrad C., que pretendían lo mismo, han sido un
fracaso, en el primer caso por la falta de infraestructura eléctrica, agua,
drenaje, se colapsaron vialidades, falta de estacionamientos, parques y
equipamiento urbano; en el segundo se desvirtuó el programa, que estaba
dirigido a asalariados de bajos ingresos, una vez que obtenían la elegibilidad
y las excepciones, cambiaban el objetivo social y lo vendían a valores más
elevados a otro mercado.
Sin duda la intención de esta nueva política de
desarrollo urbano en México es correcta, sus resultados se verán a muy largo
plazo y se requiere mejor planeación integral, menos improvisación y estudios
más profundos por entidad y localidad para definir las estrategias a seguir,
entre ellas el de constituir reservas territoriales planificadas por estados y
municipios.
Arq.
J, Jesús García Rojas A.
No hay comentarios:
Publicar un comentario