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Por éste lugar pasaron grandes cómo Arruza, el Soldado, Solórzano, Gregorio, los Armilla, Velázquez, Garza, Procuna, entre otros. |
¿Cuál taurino no ha oído hablar del café
"Tupinamba"?
Ese local inmortalizado por el gran escritor
costumbrista Luis Spota en su inmortal y verídica novela "Más cornadas da
el hambre". Bien, el "tupi" como lo llamaba la gente capitalina
fue el café predilecto de taurinos y la colonia española del D.F.
Por Renné Moreno:
Ayudado por el semanario "el Redondel" de los Sres. Bitar e Icaza, quienes distribuían ahí, los ejemplares tan pronto como terminaban los festejos taurinos en la temporada grande. Ubicado en pleno centro, en bolívar no.44, entre las calles de Carranza y Uruguay, y por Isabel la católica, estaba el insigne inmueble.
Ahí se vivió la época dorada de nuestro toreo, era común
la frase: "lo leí en el redondel, pero lo oí en el "Tupinamba".
En esos ayeres los matadores eran unos verdaderos personajes, alejados del
mundanal gentío.
En su larga barra y apartados, pasaron Arruza, el Soldado,
Solórzano, Gregorio, los Armilla, Velázquez, Garza y Procuna entre otros.
Imaginemos a "camioneto", el
"ciego" Muñoz, Luis Ortega, Rafaelillo y demás torerillos de la
legua, personajes crudos e inmortales de la novela, antes mencionada soñando
con la gloria que nunca llegó en el argumento.
No cabe duda que Spota se "empapó" del
ambiente taurino de los 50`s o finales de los 40`s en aquel lugar.
Éste y "el cantonés" eran sinónimos de mentideros taurinos. Los cafés con más prosapia en el medio.
Éste y "el cantonés" eran sinónimos de mentideros taurinos. Los cafés con más prosapia en el medio.
Ya desaparecieron esos tiempos y costumbres:
romanticismo puro, pero queda el recuerdo en la pluma de Luis y en la boca de
todos los que la frecuentaron..........aquellos tiempos.
Saludos desde el tercio.
Renné Moreno Vélez.
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