Fotos: Cortesía de Mauricio Galarza /Troop of Doom
Por: Roberto A. Valenciano CapínCon la pregunta inmediata que surge al escuchar a esta banda canadiense de Skull Fist ¿ Hasta donde la relevancia de los revivals?, es decir, el retomar íntegramente no solo un sonido, sino un esquema que ya ha trascendido por si mismo y sin mas seguir provocando en muchos esta energía de hacer hasta un vibrante mosh.
Es lo que se suscito en la primera presentación por estas tierras potosinas y segunda estadía por estas tierras mexicanas de esta banda canadiense, al sacudir a muchos que se dieron cita al Bunker. Sala de Conciertos, gracias a esta efectiva alquimia de un heavy speed glam.
En donde Jackie Slaughter en la voz y guitarra rítmica, Casey Slade en el bajo, Johnny Nesta en la guitarra líder y Chris Steve en la batería hicieron de las delicias de un crew de jóvenes metaleros que sacudieron sus greñas, hasta se subieron al escenario para lanzarse, hasta se desplego un spit mosh y hasta este infalible corear a todos en una sola el nombre de la banda que cimbro a esta catedral del metal potosina.
Una banda muy bien ensamblada, puntuales solos en donde predominan unos riff muy contundentes y que recuerdan un rock muy enérgico al más puro estilo americano.
Eso si, una insospechada energía en el escenario al moverse y hacer que este escenario se estrechara al correr de un lado al otro y replicar esta escena de subirse en los hombros uno de ellos y tocar al unísono.
Aun así, de esta espectacularidad escénica, se puede decir que sino mas bien recaer en esta efectiva pirotecnia a pesar de la actitud como siempre excelente al saber como involucrar a un público que se entregó y derrochó a través de un set de canciones que integran sus tres discos, aun así en momentos muy previsibles y hasta cansadas.
A pesar de lo anterior, sino también en recaer en pautas y no tanto en crear un lenguaje a partir de estructuras bien delineadas de esta vieja escuela de este estilo norteamericana, de ahí que esperábamos algún resquicio o hasta esta posible contaminación de toda esta gran influencia europea, pero quedando solo con la intención.no solamente caen en esta incidencia ramplonería, .
Aun así, de esta espectacularidad escénica, se puede decir que sino mas bien recaer en esta efectiva pirotecnia a pesar de la actitud como siempre excelente al saber como involucrar a un público que se entregó y derrochó a través de un set de canciones que integran sus tres discos, aun así en momentos muy previsibles y hasta cansadas.
A pesar de lo anterior, sino también en recaer en pautas y no tanto en crear un lenguaje a partir de estructuras bien delineadas de esta vieja escuela de este estilo norteamericana, de ahí que esperábamos algún resquicio o hasta esta posible contaminación de toda esta gran influencia europea, pero quedando solo con la intención.no solamente caen en esta incidencia ramplonería, .
En contraposición a la banda potosina de Aria Infuriata quien a partir de demarcadas influencias han creando con talante su lenguaje y a partir del mismo un discurso coherente, de peso y con esa contundencia y no delimitación en creatividad.
En cuanto a la presencia escénica, sostenida y coherente a través de estos hijos de bronce: en la voz de Oscar Bárcenas, Miguel y Baltazar en guitarra y bajo, respectivamente y, David en la batería.
Una banda que en estos años de trabajo, consistencia y profesionalismo, le ha sido demostrado por el publico el respeto y cariño al cantar y corear sus canciones.
De igual forma, se destaca los proyectos tanto de la banda tampiqueña de trashmetal, Wreckage; War Lords de Guanajuato y Black Rack de Tampico que vuelven a mostrar una garra muy importante de como hacer, vivir y sentir el metal en estos tiempos de incertidumbre.
Unas puertas del Bunker. Sala de conciertos que cerrara momentáneamente sus puertas para despedir a través de importantes eventos de metal: Los Ángeles del Infierno y el Morbid Fest en su onceava edición, en lo que fue un importante espacio y eslabón en diseminar el metal en todas sus facetas, como es la catedral del metal en San Luis Potosí, la Huerta del S.T.I.C.
Gracias Huerta del S.T.I.C.
En cuanto a la presencia escénica, sostenida y coherente a través de estos hijos de bronce: en la voz de Oscar Bárcenas, Miguel y Baltazar en guitarra y bajo, respectivamente y, David en la batería.
Una banda que en estos años de trabajo, consistencia y profesionalismo, le ha sido demostrado por el publico el respeto y cariño al cantar y corear sus canciones.
De igual forma, se destaca los proyectos tanto de la banda tampiqueña de trashmetal, Wreckage; War Lords de Guanajuato y Black Rack de Tampico que vuelven a mostrar una garra muy importante de como hacer, vivir y sentir el metal en estos tiempos de incertidumbre.
Unas puertas del Bunker. Sala de conciertos que cerrara momentáneamente sus puertas para despedir a través de importantes eventos de metal: Los Ángeles del Infierno y el Morbid Fest en su onceava edición, en lo que fue un importante espacio y eslabón en diseminar el metal en todas sus facetas, como es la catedral del metal en San Luis Potosí, la Huerta del S.T.I.C.
Gracias Huerta del S.T.I.C.
No hay comentarios:
Publicar un comentario