Por: Roberto A. Valenciano Capín
Simplemente hizo vibrar a muchos con esta poderosa voz, llena de feeling, pasión e indudablemente el gran gusto de compartir su música del cantante, compositor y productor de origen ingles- nigeriano Ola Onambule para clausurar este primera edición del Festival Cinemafest en la bella Cineteca Alameda potosina.
En donde San Luis tuvo tanto el honor como la primicia de ser el primer lugar en ofrecer su concierto en Latinoamérica.
Por lo que un emocionado Onambule que vistió en negro para la ocasión, salió y ofreció su música, a pesar de su esfuerzo por tratar de expresarse en español para que lo entendieran, pero no fue necesario, ya que a través de estas estupendas interpretaciones con un contundente soul y este gran registro vocal que posee, pulsaba cada nota que vibraba y sin mas fluía para volverse en el vehículo idóneo para ir cautivando a un publico potosino e invitados que abarrotaron este decano recinto cultural.
Por lo que un emocionado Onambule que vistió en negro para la ocasión, salió y ofreció su música, a pesar de su esfuerzo por tratar de expresarse en español para que lo entendieran, pero no fue necesario, ya que a través de estas estupendas interpretaciones con un contundente soul y este gran registro vocal que posee, pulsaba cada nota que vibraba y sin mas fluía para volverse en el vehículo idóneo para ir cautivando a un publico potosino e invitados que abarrotaron este decano recinto cultural.
Con un jubiloso soul, elegante y sin artificios, con influencias jazzísticas, y una cautivadora presencia sobre el escenario de un siempre agradecido Onambule quien también se le distingue por su sentido del humor, hasta por ahí chascarreó con la gente a quien también pidio un reconocimiento por este gran acompañamiento musical no solo de sus músicos sino de un estupendo ensamble de cuerdas de la Orquesta Sinfónica de San Luis Potosí, bajo la dirección del Mtro. José Miramontes Zapata, al darse este fraternal dialogo musical.
Una travesía musical que abrió con dos canciones acompañado de su banda: - Jankoriko- y - Love Again- para ser punto de partida en el transitar por esta rica e interesante hibridación de estilos musicales que van desde esta base del soul muy setentero y ochentero, con toques muy sutiles y precisos del jazz, toques del rock ingles y africano y los infalibles ritmos latinos, donde cada uno de sus temas fue escuchado con atención y sin mas pulsó esta sensibilidad a muchos a través de este recorrido que fue desde su primer disco “More soul than sense”, pero haciendo mas énfasis en su mas reciente disco “It’s The Peace That Deafens".
Destacándose canciones como: - Love again-, - How-, bajo este influjo del toque del Bossanova; - Be a Man- con este inicial toque de reggae-, -Desperate Ones-, - He`s gone- en donde hizo un gran despliegue vocal que prendió y confirmo su calidad interpretativa; - The Devoured man-, - Every prey-, - The girl that she was-, -Let Love Alone- e - Invincible-.
Destacándose canciones como: - Love again-, - How-, bajo este influjo del toque del Bossanova; - Be a Man- con este inicial toque de reggae-, -Desperate Ones-, - He`s gone- en donde hizo un gran despliegue vocal que prendió y confirmo su calidad interpretativa; - The Devoured man-, - Every prey-, - The girl that she was-, -Let Love Alone- e - Invincible-.
Una amalgama de temas es lo que ofreció en esta templada noche, al no solamente hablar en ellas entorno al amor, desamor, sino también del arraigo a sus tradiciones y esta infalible cuestión social.
Un público que terminó levantándose de sus asientos y ofrendado su agradecimiento y a la vez pidiendo otra canción mas, el cual fue complacido por un emocionado Ola Onabule con la canción - Soul Town-, no sin antes, hacerlos participar a los ahí presentes en hacer coros y de esta manera dejó esta excelente sensación de un buen primer encuentro que se extendió a la firma de autógrafos de su mas reciente trabajo discográfico, así como de la foto y escuchar atento a los comentarios vertidos por su público que le agradeció su forma muy particular de sentir y transmitir su música.
Así como este emblemático inmueble que alberga la Cineteca Alameda fue testigo de la clausura del CinemaFest 2014, que a lo largo de esta semana fue la sede principal del evento en el que se dieron cita actores y directores de la industria fílmica nacional e internacional, así como público en general que disfrutó de las proyecciones de cortometrajes y largometrajes que se realizan en México y el mundo.
Con un lleno a reventar el recinto lució en su máximo esplendor para dar paso a la premiación de "La Orquídea de Oro" a lo mejor del séptimo arte, proyectado durante el desarrollo del festival. Los galardonados fueron en Mejor Largometraje, Alfonzo Cortez por "Los Días no Vividos"; Mejor Cortometraje, Kae Bahar, por "I Am Sami"; Mejor Desarrollo Potosino: Omar Flores por "El Diablo la Lanza y el Tambor".
Las cintas fueron seleccionadas de entre 500 títulos que se recibieron de 13 diferentes países mediante una selección basada en parámetros y lineamientos cinematográficos, elegidas por el comité dictaminador presidido por el prestigiado Roberto Girault.
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