martes, 29 de abril de 2014

La Bohème Politécnica en el Teatro de la Paz



Por: Roberto A. Valenciano Capín.

Bajo la premisa de ser un evento único e irrepetible que todos los potosinos tienen que ver, es como se presento la ópera "La Bohème-Bohemia- Politécnica" de Giaccomo Puccini  en el Coloso de Villerías

Al participar la Orquesta Sinfónica de San Luis bajo la dirección del Mtro. José Miramontes Zapata, el Coro Alpha Nova del IPN, bajo la dirección del Mtro. Armando Gómez Castillón y así como solistas y tener como escenario 

Indudablemente, uno de los eventos con mas expectativas de los organizadores en cuanto a la gran recepción y éxito de la misma en el D.F. En donde esperaban igual reacción por el público potosino al saber de la buena aceptación de la puesta en escena de la ópera Carmen de Bizet que se presento en su anterior edición en este mismo espacio.
 
A pesar de la poca acogida de lo potosinos que a última hora se regalaron a destajo boletos para llenar el teatro y de esta manera ser mas digna la presentación de este capricho o no del rector de la política cultural  potosina, aunado a sumarle el bajar a luneta a aquellos que habían adquirido sus boletos para primer piso y galería.

No hay que olvidar que La Bohème “Politécnica” es una adaptación contextual de la obra de Giaccomo Puccini, la cual respeta la música y libreto original, pero en lugar de desarrollarse en París en 1830, se escenifica en 1936 en la ciudad de México, la acción se lleva a cabo en los años en que el presidente de la República, el general Lázaro Cárdenas, creó por decreto esa institución de educación superior la cual, además de formar profesionales en la ciencia y la técnica, proporciona desde su fundación una formación integral a través del arte.

Aun así, después de desplegarse los telones de este centenario teatro, nos da la bienvenida el mural de Diego Rivera “Un paseo dominical por la Alameda” reproducido en un gran telón. Poco a poco se colocan delante de las figuras principales del mural, las réplicas en persona de dichos personajes con idéntico vestuario, cuadro escénico que resultó inolvidable y dándose así el inicio de una de las más populares y reconocidas óperas. 

Una ópera que fue trazada en estos cuatro actos que desarrolla esta ópera a partir de lugares icónicos de esta capital mexicana como  lo son: - La buhardilla en una azotea del casco de Santo Tomás, -El Zócalo-, - la Lagunilla- y -la buhardilla-.

La cual se hizo interesante y atractiva los dos primeros actos a pesar de la estrechez en cuanto a su ambientación, al resultar sumamente cooptada, sintiéndose una marisma de gente que provoca una gran distracción del hecho a destacar, a pesar del acierto de ser subtitulada.

Así como no hay que olvidar que estas adaptación sigue prevaleciendo este espíritu de ser un acercamiento inicial a la ópera para la comunidad universitaria y público en general. 

En donde queda evidenciado las premuras del  tiempo y reflejo de ello se observa en el desarrollo del mismo, una pobre y claridad en cuanto a la escenografía, de ahí el desconcierto para aquellos que sabemos de la sagacidad y creatividad en cuanto al aprovechamiento del foro por su director de escena, Cesar Piña, mas sabiendo que ya conoce el mismo, al haber montado otros hechos escénicos en este mismo espacio teatral.

En cuanto a sus interpretes, una OSSLP sobria y puntual en su sonoridad, así como se destaco la voz de la soprano potosina Blanca Rodríguez que interpretó una Mimí llena de matices delicados, de emociones y un gran control vocal, aunado a que nos sorprendió por su creíble actuación y la plenitud de su canto , sin hacer dejo de la alternancia de papeles con Zaira Soria.

Otra sorpresa fue indudablemente en un rol que le va como anillo al dedole quedo al dedo, a la soprano potosina, Liliana del Conde, una extrovertida y desenfadada Musseta de hermosa presencia y un despliegue vocal e interpretativo de suma calidad.

Siguiendo en este tenor, Gilberto Amaro de tesitura, tenor, quien encarnó a Rodolfo, el joven poeta. A pesar de momentos ser emotivo le gana lo controlado dejando un poco ese atrevimiento ante un papel lleno de matices no solo histriónicas sino vocales, que aun así es una voz plena con variados colores y que  gustó mucho y cosechó cálidas ovaciones. 

En los papeles de Marcello y Schaunard respectivamente, Los barítonos Ricardo López y Juan Carlos Heredia complementan este repertorio en donde sus dotes actorales - cantantes son muy convincentes y además de unas  excelentes voces que manejan diestramente y a han iniciado una carrera brillante en los escenarios nacionales.

Un divertido y puntual coro de pequeños de la Escuela estatal de iniciación musical Julián Carrillo que dieron buen talante en su intervención en conjunción con un  Coro compacto de Alpha Nova del IPN.

Finalmente, queda en la duda si se cumplió o no esta finalidad de acercar a los potosinos a la ópera y esperemos no pase este sentir de ese sentir asco ante y con las demás expresiones por parte de Torres Arpi.

Eso si, un publico agradecido de este montaje al hacerlo a través de un gran aplauso a pesar de que el rector de la cultura potosina ya no tuvo la gentileza de poder contastar la reacción de los asistentes al  retirarse al inicio del tercer acto.

Un evento mas de las actividades del XIV Festival de San Luis.

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