lunes, 27 de abril de 2015

Reforma urbana y proyecto de ley general de ciudades y territorio a la basura.

Por Arq. Jesús García Rojas:

Es una pena que no se haya dado la debida
 importancia a la Reforma Urbana y al Proyecto De Ley
General De Ciudades Y Territorio.
Es una pena que no se haya dado la debida importancia a la Reforma Urbana y al Proyecto De Ley General De Ciudades Y Territorio, ya que esta beneficiaba directamente a todo el país, a todas nuestras ciudades y la calidad de vida de todos los mexicanos y mas que no esté en las prioridades de los legisladores mexicanos tanto de la Cámara De Diputados como la Senadores, era una excelente iniciativa que pretendía ordenar el caos existente desde hace 22 años en el país, que una vez más ha sido desechada por el congreso de la unión por que afectaba los intereses de especuladores de suelo urbano, constructores de vivienda, autonomía municipal, retirada por la fracción del PRI y por la propia SEDATU, ahora se está pensando en presentar en el mes de septiembre una nueva iniciativa “descafeinada” que estará muy lejos del propósito original de recuperar la rectoría del estado mexicano en materia de planeación , ordenamiento territorial, desarrollo urbano y usos del suelo. De igual manera es decepcionante la laxitud con que se aplican las reglas para el otorgamiento de subsidios a la vivienda y lo negociable de los perímetros de contención urbana que en su conjunto pretendían poner una alto a la expansión urbana y emprender una verdadera reforma urbana.

Los grandes propósitos planteados desde las teorías de la escritora Jane Jacobs (1916-2006) quien alertaba sobre los riesgos de los modelos tradicionales de planificación (Muerte Y Vida De Las Grandes Ciudades Norteamericanas, 1961), que actualmente retoman nuevamente quienes promueven el crecimiento inteligente, el volver al centro, y mejorar la calidad de vida de sus habitantes; y también desde 1996 en la declaración de Estambul de la ONU/Hábitat que nos dice en su parte sustantiva que: “muchas ciudades están utilizando indebidamente tierras periféricas para actividades urbanas, mientras que tierras habilitadas e infraestructuras ya existentes no se desarrollan ni utilizan plenamente” y vimos con entusiasmo que también este mismo propósito había sido retomado en el discurso de la SEDATU, que hoy parece murió en el intento a tan solo dos años y medio del gobierno de Enrique Peña Nieto.


Como ya sabemos, México está vinculado al Fondo Monetario Internacional y al Banco Mundial, en consecuencia al neoliberalismo, al libre mercado, a la tesis que el estado no debe hacer lo que puede hacer la iniciativa privada, que primero hay que generar la riqueza para luego distribuirla, cosa que por cierto nunca sucede y con esto los intereses privados no permiten que de ninguna manera se dé marcha atrás en algo que les da tan altos dividendos y que permitiera se recuperara la rectoría del estado en la materia, es evidente que en tanto esta política persista, el desorden en todas las ciudades del país continuara.
Es evidente que en tanto esta política persista,
el desorden en todas las ciudades
del país continuará. 

Como vemos impensadamente “el mercado libre”, junto con los subsidios mal diseñados son el motor de la cuestionable expansión urbana, se está convirtiendo en libertinaje y anarquía urbana que es necesario restaurar, “la libertad de elegir” de los consumidores de vivienda está secuestrada por su condición de pobreza o por los bajos salarios que perciben que han perdido probadamente su poder adquisitivo y las opciones que les ofrece el mercado son escasas o nulas y de discutible calidad.

Sin embargo, el papel asumido en el desarrollo urbano por los tres niveles de gobierno a partir de1992 de no intervenir y no ejercer las facultades que la ley les otorga en cuanto a planificación y constitución de reservas territoriales que implica ausencia o falta de gobernabilidad y una interpretación equivocada del carácter de “facilitadores” de la iniciativas privadas que ha provocado desorden en el desarrollo urbano y graves distorsiones del mercado.

Les decía que este proyecto de Ley General Ciudades y Territorio no era perfecta, era compleja por la dimensión y diversidad del país, la concurrencia de tantos actores, la alternancia política, el que los plazos de las administraciones federales, estatales y municipales NO son compatibles con las visiones de mediano y largo plazo que cita la misma, la autonomía municipal, que no sería fácil en caso de aprobarse su implementación, pero sin duda era bien intencionada, merecía ser apoyada y aprobada, era innovadora y nos actualizaba a las circunstancias del presente y prevé el futuro, tampoco sería mágica ya que en México tenemos excelentes leyes pero son letra muerta ya que somos muy creativos para violarla o darle la vuelta por nuestra endémica corrupción, y también hay que considerar que la remediación del daño causado por equivocadas políticas públicas en nuestras ciudades, estimo tomaría el mismo tiempo que se usó para hacerlo y así seguirá.

Una interpretación equivocada del carácter de “facilitadores”
 de la iniciativas privadas que ha provocado desorden
en el  desarrollo urbano y graves distorsiones
 del mercado.



Dejamos de recibir por su rechazo beneficios relevantes e innovadores relativos en temas como las conurbaciones y zonas metropolitanas, del espacio público, de la movilidad urbana sustentable, de la participación social y la información pública y el de fomento al desarrollo urbano.

Después de lo sucedido el panorama no es muy alentador, todo quedara igual, considero que por el bien nuestro país y nuestras ciudades sería importante que se rectificara.

Arq. J. Jesús García Rojas Armengol.

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