lunes, 23 de marzo de 2015

Ciudades mexicanas, divorcio entre el marco legal y la realidad.

Tenemos un marco jurídico en la materia, que es perfectible y
 en eso se trabaja, pero el hecho como suele suceder
en México por nuestra endémica corrupción no se respeta.
Por Arq. Jesús García Rojas:

El qué nos está pasando ya lo hemos comentado suficientemente, el hecho real que nuestras ciudades son un desastre y el percatarse de esto no es de iniciados, iluminados, doctores en urbanismo, académicos, investigadores, teóricos o pragmáticos, es de personas comunes y corrientes, de sentido común, ya que lo viven día a día.

Tenemos un marco jurídico en la materia, que es perfectible y en eso se trabaja, pero el hecho como suele suceder en México por nuestra endémica corrupción no se respeta, lo violan tenazmente, desarrolladores, constructores, las propias autoridades y el poder judicial con absoluta impunidad.

En este difícil e incomprensible arte de ser mexicanos, políticos, autoridades y líderes empresariales que dicen una cosa y hacen otra, que cambiamos todo para que todo siga igual y a pesar que fracasamos una y otra vez seguimos haciendo las cosas de la misma manera.

Ya lo hemos comentado e insisto, reinventamos el país y los estados cada 6 años y los municipios cada 3 años, jurídicamente nada nos obliga a planear a más largo plazo, todos los ejercicios que se hacen ese sentido son simples reflexiones, vamos buenos deseos o cartas a Santa Claus.

Hemos invertido como nación en la formación de profesionistas capacitados
en distintas disciplinas relacionadas con el urbanismo que no está siendo
aprovechado su talento para ser mejores. 
Hemos por años derrochado tiempo, dinero y esfuerzos de todos en beneficio de unos cuantos, hemos invertido como nación en la formación de profesionistas capacitados en distintas disciplinas relacionadas con el urbanismo que no está siendo aprovechado su talento para ser mejores, viviendo subempleados o desempleados, y los que tienen la fortuna de tener trabajo ejerciendo su profesión se dan cuenta que si bien reciben una remuneración por este y les da para comer, su trabajo se va a la basura, porque simplemente no se pone en práctica, no es factor de cambio alguno y no trasciende.

Por ejemplo los PPDU de Guadalajara, que son esencialmente planeación física, como la ley los prevé se deben revisar cada tres años y alguien los tiene que hacer, no se pone en duda su capacidad profesional y el talento de nadie, ni que no hagan su mayor esfuerzo y entreguen un buen producto en los términos que son contratados , simplemente observamos el marco jurídico vigente y los resultados de siempre, vemos que esto se volvió una pachanga, díganme si no, se reinventa el municipio cada tres años, los acaban de publicar cuando ya se tienen que estar revisando nuevamente, estamos en un perverso circulo vicioso, en los últimos 25 años, desde que se reformó la ley general de asentamientos humanos, estamos ya en la octava edición de ellos, cuando debiera existir como en países desarrollados solo uno bien hecho para el mismo periodo, de ahí la crítica y el mote que son maquila, refritos, recalentados, copy page. Por esta causa hemos caído en un urbanismo burocrático de: escribanos, amanuenses, cronistas, fedatarios que tan solo registran en documentos y planos la dinámica de la evolución natural de la ciudad, cambian usos de suelo ante hechos consumados o donde los promotores lo demandan, las consultas públicas son una simulación, una catarsis, con poca participación ciudadana y no les hacen caso, si no fuera así no habría tantos amparos de asociaciones de vecinos, adolecen de visión de futuro con absoluta falta de imaginación y creatividad, se invierte más en antecedentes, marco de planeación y diagnostico que en la propuesta misma, las cuales son primas hermanas cada tres años, rara vez se llevan a cabo, salvo algunas acciones para las que si hay tiempo y dinero.
Cuando un promotor o desarrollador no está de acuerdo con lo indican,
se inconforman y piden impartición de justicia al Tribunal Administrativo
del Estado y sus laxos magistrados que conceden regularmente los
permisos y licencias que el municipio negó.

Si bien tenemos un marco jurídico preexistente perfectible, planes aprobados y suponiendo sin conceder que estuvieran bien hechos y que las autoridades fueran éticas y responsables en el rigor de su aplicación, cuando un promotor o desarrollador no está de acuerdo con lo indican, se inconforman y piden impartición de justicia al Tribunal Administrativo del Estado y sus laxos magistrados que conceden regularmente los permisos y licencias que el municipio negó, y hacen finalmente lo que les da la gana, siendo esto desalentador ya que el esfuerzo realizado en un adecuado marco jurídico y control de su aplicación es inútil y finalmente en la ciudad persiste el caos, de tal suerte que en broma y serio decimos que “el TAE concede más permisos y licencias que los municipios”.

A pero existe la Procuraduría de Desarrollo Urbano (PRODEUR), que para ocupar su titularidad el ejecutivo propone una terna, el congreso de estado elige y otorga el nombramiento y esta depende presupuestalmente del ejecutivo del estado, no actúa de oficio tiene que haber una denuncia de por medio y regularmente falla a favor de los constructores y desarrolladores.

Como por ejemplo de un año a otro incluir desarrollos que no eran elegibles
 como el conjunto habitacional Arvento de GEO en Cajititlan, Tlajomulco
 de Zuñiga, Jal.
En lo federal, es el caso de las nuevas políticas públicas federales (SEDATU) en contra de la expansión urbana y a favor de la ciudad central, las de otorgamiento de subsidios para vivienda de Conavi, que determino revisar las reglas y perímetros de contención urbana, ya hemos observado que son laxas y negociables, como por ejemplo de un año a otro incluir desarrollos que no eran elegibles como el conjunto habitacional Arvento de GEO en Cajititlan, Tlajomulco de Zuñiga, Jal.

Otro ejemplo, comentamos que la Línea 3 del tren ligero, la obra más importante de movilidad los últimos 20 años en la ZMGDL, si bien necesaria y pertinente, fue impuesta por la federación, no estaba en ninguno de los planes de desarrollo urbano de los municipios metropolitanos por los que circulara, se aprobó por estos rápidamente sin contar con ninguna información; planeación, proyecto y concurso de obra se realizó en la ciudad de México, no hubo consensos ciudadanos sobre su trazo y características de proyecto, solamente se mal informo que se haría, a esto mal llaman “socialización”, pensamos que esta, será un error histórico especialmente sus tramos elevados ya que vienen a afectar negativamente entre otras cosas el paisaje urbano de la ciudad.
La Línea 3 del tren ligero, la obra más importante de movilidad los últimos
20 años en la ZMGDL, si bien necesaria y pertinente, fue impuesta por
 la federación.


Se gesta el prometedor proyecto de ley General de Ciudades y Territorio, de la que ya hemos hablado positivamente, que pretende recuperar la rectoría del estado mexicano en la materia. Abogamos por vivir en un estado de derecho, por perfeccionar el marco jurídico de la planeación, ordenamiento territorial y desarrollo urbano en México, pero también somos realistas en que hay que respetarlas de lo contario como hasta hoy resultaran inútiles.

Arq. J. Jesús García-Rojas Armengol.

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